Beas es un pueblo que celebra especialmente esta fiesta, ya que sus ritos funerarios están muy arraigados, como la despedida solemne en la Cruz de los mozos a las personas que han fallecido (donde el que el cortejo fúnebre hace una reverencia y desfila uno por uno delante del féretro), hasta la noche de los “to Santos” donde un sinfín de velas ilumina el precioso cementerio de la localidad, sin ningún tipo de luz artificial, momento que aprovechan muchos beasinos para visitar a sus seres queridos en un ambiente íntimo y casi etéreo.

Días previos a esta noche o a lo largo de este mismo día, como marca la tradición, los vecinos de Beas se acercan al cementerio para limpiar los nichos, poner velas y decorar con flores. Es una noche dedicada a ellos, a los que ya no están, a los que volveremos a ver, a ser, y con los que nos volveremos a reunir, a reír y a disfrutar de la vida.

Por la noche, el cementerio queda iluminado por las velas, la luna y las estrellas. Abrazado por el calor de los vecinos que se acercan a velar a sus familiares. Amenizado por el sonido de la noche y por el murmullo y la voz baja.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial
YouTube
YouTube
Instagram